Conclusiones

A partir de lo expuesto anteriormente, podemos concluir que la formación en valores éticos tales como el respeto, la tolerancia, la solidaridad forjados desde el ámbito familiar, escolar y social puede significativamente contrarrestar el hecho de que nuestros jóvenes estén expuestos a la vulneración y exposición de la violencia, física, psicológica, verbal y de otra índole por parte de sus compañeros si existe educación desde un principio y sobre todo desde las primeras etapas de sus vidas.

Por otra parte es importante reconocer que aunque la problemática del Bullying o matoneo escolar que permanece intrínseca en nuestra sociedad y que día a día se transforma pero mantiene su contexto de dañar y destruir al mas vulnerable es un tema que demanda la atención inmediata de los gobiernos, tener en consideración la buena crianza y el amor incondicional de los padres principalmente de aquellos que utilizan este mecanismo de imposición sobre sus compañeros podría notoriamente suponer cambios muy significativos y positivos, pues se cree que estos niños que crecen con odio es por tanto la falta de atención y comprensión de sus padres.